miércoles, 15 de junio de 2022

Quetzalcoatlus; la criatura voladora más grande de la historia

Agencias.- Hace 70 millones de años, los peligros no solo provenían de los grandes depredadores terrestres como el T-Rex o monstruos marinos como el Spinosaurus. En el cielo, también acechaba la criatura voladora más grande de la historia, el Quetzalcoatlus.

De pie, este monstruo volador podía alcanzar una altura similar a la de una jirafa (aproximadamente 5.2 metros). Al abrir sus poderosas alas de par en par, podía alcanzar una envergadura de 12 metros, lo mismo que una avioneta para cuatro personas.

Los primeros restos fósiles de Quetzalcoatlus fueron hallados en Texas durante la década de los 70. Debido a que no existe ningún descendiente similar en la actualidad, las primeras representaciones a partir de su estructura ósea los dotaron de un cuello muy largo y delgado, seguido de un cráneo y pico cortos que le daban una apariencia demoniaca. 

Sin embargo, hoy sabemos que su apariencia era similar a la de otros pterosaurios, con un enorme pico afilado y alas dotadas de músculos. Además tenían un cráneo característico con una cresta, cuya función aún no está del todo clara.

A diferencia de algunas aves de la actualidad, el Quetzalcoatlus tenía problemas para moverse en tierra firme. Los paleontólogos aseguran que cuando no estaba volando, este dinosaurio se mantenía en cuatro patas apoyando el extremo de sus alas (mismas que no podía plegar como las aves modernas) aunque no poseía las características para desplazarse con soltura.

Y aunque se creía que por su enorme tamaño el Quetzalcoatlus no era lo suficientemente hábil para cazar y por lo tanto debía ser carroñero, los estudios más recientes demuestran que su pico largo y afilado servía para atrapar a sus presas durante el vuelo a baja altura o en cuerpos de agua sin mucha profundidad.

La forma en que el Quetzalcoatlus volaba sigue siendo un misterio hasta hoy, debido a que no existe ninguna ave en la actualidad cuyas dimensiones se acerquen a sus alas de casi 5 metros de largo. 

Una hipótesis asegura que para poder levantar el vuelo, este dinosaurio de 200 kilos de peso utilizaba pendientes descendentes como valles y orillas de ríos a manera de pistas para ‘despegar’ levantando polvo y sacudiendo la vegetación prehistórica a su alrededor. 

No obstante, los descubrimientos más recientes de esta especie aseguran que su torpeza en tierra firme le impedía alcanzar una velocidad ideal para levantar el vuelo y por lo tanto, su despegue dependía en gran medida de la fuerza en sus músculos, que combinaban abriendo las alas para esperar una corriente favorable, tal y como lo hace un cóndor de los Andes o el albatros, las dos aves más grandes conocidas en la actualidad.

Es probable que las dimensiones del Quetzalcoatlus lo convirtieran en el ser vivo con mayor capacidad para recorrer el mundo que jamás ha existido: con una velocidad máxima de 88 kilómetros por hora (que podía mantener únicamente durante un par de minutos), esta criatura podía recorrer distancias de hasta 16 mil kilómetros, el equivalente a cruzar el Océano Atlántico y algunos miles de kilómetros más sin volver a tierra firme.

Con información de Muy Interesante.

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