viernes, 25 de marzo de 2022

Por pandemia; hay un exceso de muertes en el país

Agencias.- A dos años de la primera muerte por COVID en México, la Secretaría de Salud estima que en 2020 y 2021 hubo 667 mil 240 muertes en exceso, es decir más de los esperados. Expertos prevén que este fenómeno seguirá ocurriendo este 2022. 

Alejandro Macías, especialista en medicina interna e infectología y ex comisionado contra la influenza en México, dice que probablemente todavía este año va a haber exceso de mortalidad en el país, aunque es difícil estimar cuánto. 

Malaquías López, epidemiólogo e integrante de la Comisión Universitaria para la Atención de la Emergencia por Coronavirus de la UNAM, explica que este año el exceso de mortalidad va a ser menor, pero depende de que tanto se puedan recuperar los servicios de salud y la atención para otros padecimientos y de que haya material para cirugías y medicamentos. 

El exceso de mortalidad es cuando en un periodo determinado de tiempo, el número de muertes por cualquier causa sobrepasa a la media de fallecimientos de años anteriores. 

“En un periodo normal, en México esperaríamos alrededor de un millón 500 mil muertes, pero ante un fenómeno epidémico como COVID, que provoca más defunciones de las esperadas se produce esto que se conoce como el exceso de mortalidad”, explica Mauricio Rodríguez, vocero de la Comisión Universitaria para la Atención de la Emergencia por Coronavirus de la UNAM. 

Esas muertes adicionales no son solo por coronavirus, hay fallecimientos por otras causas, pero que se suman porque el contexto de pandemia pudo influir para que se produjeran. 

Alejandro Macías explica que en esta emergencia hubo muchas muertes indirectas. El caso típico, dice, es el paciente que tiene diabetes y requiere medicamentos y control. “Muchos de esos pacientes desatendieron sus manejos. El confinamiento hizo que no salieran y en las instituciones estaban muy ocupados atendiendo a los pacientes de COVID, esas muertes indirectas, por falta de atención, al final se suman al exceso de mortalidad”.  

Malaquías López concuerda con esa aseveración y dice que un porcentaje de muertes se debe a que las personas con padecimientos crónicos o graves no tuvieron atención oportuna, pero probar eso es complicado. “Habría que hacer autopsias post mortem”.

Un estudio de The Lancet recién publicado señala que la diferencia entre la mortalidad real y las muertes notificadas por COVID-19, en todo el mundo, podría deberse a un infradiagnóstico debido a pruebas insuficientes, desafíos de notificación o una mortalidad más alta de lo esperado por otras enfermedades debido a cambios en los comportamientos relacionados con la pandemia o un acceso reducido a la atención médica u otros servicios esenciales. 

De los 12.3 millones más de muertes en exceso en el mundo, en comparación con las muertes por COVID-19 reportadas, –señala el estudio de The Lancet– una fracción sustancial de estas probablemente se demuestre que sí son por infección por SARS-CoV-2, pero esto va a variar en cada país. 

Por ejemplo, en algunos países de altos ingresos como Bélgica y Suecia, que han utilizado auditorías para investigar posibles muertes relacionadas con la COVID-19 y han adoptado un enfoque inclusivo de la presentación de informes estadísticos (disponible en el Panel Europeo de Recuperación Estadística), la relación entre el exceso de muertes y las muertes por COVID-19 notificadas es cercana a 1.

Con información de Animal Político.

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