Agencias.- Durante la pandemia, México regresó a niveles de hace una década en temas clave como seguridad, educación, acceso a servicios de salud, e inclusión. Así lo documentó la organización civil México cómo Vamos en su ‘Índice de Progreso Social 2015-2020’, que presentó ayer miércoles.
Dicho estudio se realizó a partir del análisis de 53 indicadores sociales y ambientales, que se engloban en tres grandes categorías: necesidades humanas básicas, que mide si las personas tuvieron suficientes alimentos y acceso a cuidados médicos básicos, además de cuál es su percepción de seguridad; fundamentos del bienestar, que evalúa la calidad de la educación y el acceso información y a herramientas de telefonía e internet; y oportunidades, que mide las posibilidades y las herramientas a las que los habitantes de cada entidad pueden acceder para lograr un mayor desarrollo personal y económico.
Tras el análisis de esas categorías, en el que también participó la iniciativa Social Progress Imperative, México obtuvo en 2020 un puntaje total de 71.52 puntos sobre 100, ocupando la posición 68 en el mundo de 168 países.
Este resultado, recalca la investigación, muestra un “estancamiento” en el progreso social de México, pues ocupó la misma posición que en 2011, cuando también fue el lugar 68.
Sobre el por qué de este retroceso, el informe de México cómo Vamos apunta tres focos rojos: deterioro de los derechos personales; retroceso en la inclusión de sus ciudadanos; y estancamiento, y en múltiples casos, retroceso, en cuanto a la seguridad.
La entidad que, en términos globales, sufrió un mayor retroceso en 2020 fue la Ciudad de México, que pasó de 72.9 puntos en 2019 a 69.7; le siguen Oaxaca, San Luis Potosí, Estado de México, y Zacatecas. Mientras que Guerrero, por quinto año consecutivo, es el estado con los peores resultados de progresos social con 48.4 puntos. Le siguen Tabasco, Veracruz, Oaxaca y Chiapas.
En el caso de la Ciudad de México, Oaxaca y San Luis Potosí, el informe matiza que el retroceso en el Índice de Progreso Social se explica en buena medida por los efectos de la pandemia de COVID-19, tanto en términos de exceso de mortalidad por el virus, como en términos económicos, pues en 2020 se llegó a alcanzar una pobreza laboral del 44.3%, “un máximo histórico”.
Con información de Animal Político.
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