Agencias.- Alemania da marcha atrás en el levantamiento de restricciones por la pandemia y afronta una Semana Santa atípica, con un país que casi cerrará, por la subida de contagios confirmada este martes, tras un difícil acuerdo entre Gobierno y regiones no exento de polémica.
Hoy las cifras oficiales respaldaron a los partidarios del nuevo confinamiento -cuya parte más visible serán unas vacaciones de Pascua con movilidad muy limitada y desaconsejada y contactos personales restringidos- al confirmarse que la incidencia de la COVID supera los 100 casos semanales por cien mil habitantes.
El Instituto Robert Koch (RKI) de virología constató que la tendencia se confirma con 108.1 nuevos contagios, poco más que la jornada precedente pero afianzando una escalada que se teme exponencial durante las próximas semanas.
Las nuevas restricciones aplican el freno a la desescalada, una carta que ya acordaron dejarse guardada por si la situación se deterioraba el Gobierno y los estados federados antes de la maratoniana reunión del lunes cuyos resultados anunciados de madrugada dejaron traslucir tensiones y marcadas diferencias cuyo relato contaron hoy en detalle medios alemanes.
Con información de Sin Embargo.
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