Agencias.- Las Choapas, el municipio más extenso de Veracruz, es un espacio ingobernable, donde quienes mandan, especialmente en la zona rural, son las llamadas autodefensas, grupos que han proliferado desde hace más de una década en todo el Valle del Uxpanapa, región que comparten cinco municipios veracruzanos y cuatro de otros tres estados.
Con casi 90 mil habitantes dispersos en los 3 mil 509.56 kilómetros cuadrados de superficie, Las Choapas solo cuenta con 106 policías municipales para cuidarlos aunque este martes llegaron 300 elementos de la Policía Estatal.
Su ubicación es estratégica en la región olmeca al sur de Veracruz, donde llegará la mayor inversión del gobierno federal con los proyectos del corredor interoceánico.
Las Choapas colinda con los municipios de Uxpanapa, Minatitlán, Moloacán y Agua Dulce, en Veracruz, pero también con Huimanguillo, en Tabasco, Cintalapa y Tecpatán en Chiapas, y Santa María Chimalapa, en Oaxaca. Controlar esa zona y lo que eso significa, es importante.
Tal vez por eso se eligió el municipio para instalar la base de la Guardia Nacional del sur de Veracruz.
La masacre de 12 personas, seis de ellos integrantes de una misma familia, tiene como fondo el control de los grupos de autodefensas y de lo que política y económicamente eso significa.
Lo ocurrido la noche del domingo no fue un enfrentamiento, sino una emboscada, donde usaron el plagio de Valentín, uno de los hijos del líder del grupo de autodefensas del Cerro de Nanchital desde seis meses atrás,
Teódulo Gorostieta, como carnada. Los que lo privaron de la libertad, en un campo de futbol en la colonia Francisco Villa de Minatitlán, sabían que Teódulo lo iría a buscar enseguida. Teódulo Gorostieta mantenía disputas con Elpidio, otro líder de autodefensas y sospechoso del multihomicidio, que se encuentra prófugo de la justicia.
Por el caso, del que hasta el momento no ha informado nada la Fiscalía General del Estado, se abrió la carpeta de investigación UIPJ/DXXI/CHOA/F2/043/202.
El padre de Valentín Gorostieta estaba en una reunión en el Ejido Samaria con sus otros hijos, su hermano y varias personas más, entre ellas el agente municipal Isidro García Morales, y los otros que murieron en la emboscada.
Cuando fueron avisados de lo ocurrido salieron a buscar al joven, pero en el ejido Emiliano Zapata Misantla, en Minatitlán los detuvieron, los amarraron y los llevaron para matarlos a todos y dejar sus cuerpos maniatados en el ejido Alto Uxpanapa de Las Choapas, donde la única comunicación posible es por radio, de las que usan las autodefensas.
Fuente: Milenio
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