Ciudad de México.- Desde el inicio de la gestión del presidente Enrique Peña Nieto, se tuvo una estrategia general, tanto social como político-electoral, en las que participarían la mayor parte de las dependencias de gobierno, afirmó Emilio Zebadúa González, exoficial mayor en las secretarías de Desarrollo Social (Sedesol) y de Desarrollo Urbano (Sedatu).
“Desde un inicio, y a lo largo del sexenio se privilegió aquellos estados del país con procesos electorales en marcha o por venir”.
“Con motivo de mi cargo, en enero y febrero de 2013, tuve conocimiento de que la Secretaría de Hacienda, bajo la titularidad del entonces secretario de Hacienda, Luis Videgaray, dispuso de recursos no presupuestados por un monto cercano a mil millones de pesos para asignárselos a la Cruzada Nacional Contra el Hambre, solo en Sedesol”.
El exoficial mayor señaló que esos recursos fueron utilizados por instrucción de Rosario Robles a través de sus áreas de comunicación social y programas sociales, para organizar eventos de publicidad, campañas de medios, volanteo, brigadas, grupos de activismo político, en la mayor parte de los estados, a partir de 2013, que incluso fue declarado mes de la Cruzada Nacional Contra el Hambre.
Explicó que para ejecutar estos recursos, Robles Berlanga le comentó que, en consulta con Videgaray Caso, le había propuesto contratar empresas privadas que proveerían los servicios inherentes a la Campaña de la Cruzada Nacional contra el Hambre, mediante la utilización de universidades públicas, ya que la Ley de Adquisiciones lo permitía y a la vez facilitaba decidir a priori a los proveedores.
“Esto permitió el inicio por parte de la Sedesol y otra docena de dependencias (por sus siglas Sagarpa, Economía, SCT, Issste, Pemex, entre otras), provistas de recursos extraordinarios por la Secretaría de Hacienda, proveer de recursos permanentemente durante el sexenio para la promoción publicitaria, político-electoral del presidente, su gobierno y su partido político, sin que existieran previamente programas formalmente presupuestados para ello. También, desviar recursos públicos para el financiamiento de campañas políticas”.
En otras palabras, indicó Emilio Zebadúa, se podían destinar recursos extras proporcionados por la Secretaría de Hacienda, para que las dependencias llevaran a cabo activismo político contratando empresas en muchos de los casos a conveniencia, para que proveyeran los servicios correspondientes. También, Rosario Robles me expresó que Luis Videgaray le expuso la necesidad de canalizar recursos de Sedesol para el pago de deudas y compromisos de la campaña electoral presidencial que él había coordinado para el presidente Enrique Peña Nieto, relató.
“A modo de ejemplo, recuerdo que a inicios de 2014, la secretaria Robles, aproximadamente a las 18:00 horas, me pidió la acompañara a la casa que utilizaba como oficina alterna el secretarlo Videgaray, localizada en la calle de Julio Verne, sin recordar el número, en colonia Polanco, de esta ciudad (CDMX). En dicha cita se entrevistaron en privado ambos secretarios, Robles y Videgaray, yo esperándolos en una sala de juntas anexa. Recuerdo que al salir y en tránsito de vuelta a la Sedesol, Robles me indicó que por instrucciones del doctor Videgaray debía, alguna de las subsecretarías de la Sedesol, en particular aquella a cargo de Javier Guerrero García, contratar a una o varias empresas para poder cubrir un compromiso de campaña de cerca de 1.000 millones de pesos (mil millones de pesos 00/100 M.N.) que se les adeudaba a los dueños de dichas empresas”.
Con información de Aristegui Noticias.
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